" GRACIAS MARIA, MADRE NUESTRA "
María:
Te doy gracias por estar a nuestro lado.
Eres don incondicional y servicio desinteresado.
No nos abandonas nunca y eres Madre educadora
que nos corriges y sostienes cuando nos
distanciamos del Creador.
Eres Auxiliadora en las pruebas y Mediadora
en nuestras necesidades.
Pero más que nada: eres Madre, que nos cuidas,
nos proteges y nos guías en el crecimiento del
espíritu y en el amor a los demás.
Nos dejaste el ejemplo: Hablaste poco y te
retiraste a un costado, pero con firme presencia.
Sufriente al pie de la cruz y maestra de la
perseverante oración.
Hoy te quiero regalar un nuevo título:
Nuestra Señora de la Mirada.
Tus ojos brillosos reflejan la ternura y
la emoción de tu corazón, vacío de sí pero
colmado en plenitud de un amor generoso,
dispuesta a escuchar y a interceder ante tu
Hijo querido.
Y ese especialísimo Don que Dios te regaló,
lo tienes en tu mirada, que trasunta la
limpieza de tu alma y la fidelidad a tu compromiso.
Mirada de ATENCION hacia nuestro sufrimiento y
nuestras infidelidades para transformarlas en
ofrecimiento silencioso.
Mirada atenta para que no nos desviemos del camino.
Mirada tierna y siempre despierta para hacernos
sentir hijos predilectos del Amor del Padre.
Mirada...que da fuerza y alegría para ir al encuentro
de quien dió su vida por nosotros.
Madre, te damos gracias por estar incondicionalmente
siempre a nuestro lado.
Amén.
María:
Te doy gracias por estar a nuestro lado.
Eres don incondicional y servicio desinteresado.
No nos abandonas nunca y eres Madre educadora
que nos corriges y sostienes cuando nos
distanciamos del Creador.
Eres Auxiliadora en las pruebas y Mediadora
en nuestras necesidades.
Pero más que nada: eres Madre, que nos cuidas,
nos proteges y nos guías en el crecimiento del
espíritu y en el amor a los demás.
Nos dejaste el ejemplo: Hablaste poco y te
retiraste a un costado, pero con firme presencia.
Sufriente al pie de la cruz y maestra de la
perseverante oración.
Hoy te quiero regalar un nuevo título:
Nuestra Señora de la Mirada.
Tus ojos brillosos reflejan la ternura y
la emoción de tu corazón, vacío de sí pero
colmado en plenitud de un amor generoso,
dispuesta a escuchar y a interceder ante tu
Hijo querido.
Y ese especialísimo Don que Dios te regaló,
lo tienes en tu mirada, que trasunta la
limpieza de tu alma y la fidelidad a tu compromiso.
Mirada de ATENCION hacia nuestro sufrimiento y
nuestras infidelidades para transformarlas en
ofrecimiento silencioso.
Mirada atenta para que no nos desviemos del camino.
Mirada tierna y siempre despierta para hacernos
sentir hijos predilectos del Amor del Padre.
Mirada...que da fuerza y alegría para ir al encuentro
de quien dió su vida por nosotros.
Madre, te damos gracias por estar incondicionalmente
siempre a nuestro lado.
Amén.
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