lunes, 28 de marzo de 2011

"TARDE TE AMÉ, DIOS MÍO"


"TARDE TE AMÉ, DIOS MÍO"

"Tarde te amé, Dios mío,
hermosura siempre antigua y siempre nueva, tarde te amé.
Tú estabas dentro de mí y yo afuera y así por fuera te buscaba y,
deforme como era, me lanzaba sobre estas cosas hermosas que Tú
creaste.
Tú estabas conmigo pero yo no estaba contigo.
Me llamaste y clamaste y quebrantaste mi sordera;
brillaste y resplandeciste y curaste mi ceguera;
exhalaste tu perfume y lo aspiré y ahora te anhelo;
gusté de Ti y ahora siento hambre y sed de Ti.
¡Ay de mí, Señor! ¡Ten misericordia de mí!
Yo no te oculto mis llagas. Tú eres médico y yo estoy enfermo;
Tú eres misericordioso y yo soy miserable.
Toda mi esperanza estriba en tu muy grande misericordia.
Dame lo que me pides y pídeme lo que quieras".

-San Agustín

"NO DEJES SEÑOR, QUE ME DESILUSIONE"


"NO DEJES SEÑOR, QUE ME DESILUSIONE"

No dejes Señor, que me desilusione... Debo confiar sólo en Ti, Señor,
amando en mis hermanos, pero confiando más en Ti y sin desilusiones.
No dejes Señor, que me desilusione, cuando no me den lo que yo espero.
Que sepa y comprenda plenamente que sólo Tú Te Das Entero.
No dejes Señor, que me desilusione, cuando alguien me falla día tras
día.
Que yo sepa tomar cuanto me Das en unos y que yo inútilmente espero
en otros.
No dejes Señor, que me desilusione, cuando no me puedan dar amor así
a raudales.
Yo sé bien, Señor, que somos los mortales engreídos, ciegos y
egoístas...
No dejes Señor, que me desilusione en cada tormenta de la vida. No es
la vida eterna primavera y yo debo saber vivir también en la tormenta.
No dejes Señor, que me desilusione nunca de los hermanos que
tambaleándose van por el camino y en su tropezar me hieren, que si yo
necesito muletas... ¡también ellos...!
Y que sepa con AMOR hacer fácil su destino.
No dejes Señor, que me desilusione, cuando me pidan y tenga que dar
en todo instante, que no olvide jamás que DAR es lo más grande que Tu
Has dado como signo al que Te sigue...
Que no me desilusione Señor, que nunca juzgue el porqué el agresivo
es agresivo y el porqué el hiriente así me hiere, que jamás diga un
¿por qué? de rebeldía.
No dejes Señor, que me desilusione. Que levante mi vista... conmovido
y Te implore amor a cada instante, para poder seguir erguido en mi
camino...
Qué nunca juzgue Señor, desde mi nada, al que cae y tropieza sin
medida.
Llena de AMOR mi alma Señor, yo Te lo pido.
Que no me desilusione nunca del amigo que me da lo que puede... y yo
quiero un amor más grande... a lo infinito y ese AMOR lo tendré estoy
seguro, lo tendré Señor... ¡cuando esté Contigo!
AMEN

(Agradecemos a Maru Pozos que nos envió esta hermosa oración)


SABIDURIA DE DIOS


"SABIDURIA DE DIOS"

Señor, delante de tí, el mundo entero es como un grano
de arena en la balanza, como una gota de rocío mañanero,
que cae sobre la tierra.
Te compadeces de todos, y aunque puedes destruirlo todo,
aparentas no ver pecados en los hombres, para darles
ocasión de arrepentirse.
Porque Tú amas todo cuanto existe y no aborreces nada de
lo que has hecho; pues si hubieras aborrecido alguna cosa,
no la habrías creado.
¿Y como podrían seguir existiendo las demás cosas, si Tú
no las quisieras?. ¿Como habría podido conservarse algo
hasta ahora, si tú no lo hubieras llamado a la existencia?
Tú perdonas a todos, porque todos son tuyos, Señor, que amas
la vida, porque tu Espìritu inmortal, está en todos los seres.
Por eso a los que caen, los vas corrigiendo poco a poco, los
reprendes y les traes a la memoria sus pecados, para que se
arrepientan de sus maldades y crean en Tí, Señor.
En verdad, Señor, que en todo engrandeces a tu pueblo y lo glorificas.
No te descuides de asistirle en todo tiempo y lugar.
Amén.
( Escrita por una Religiosa M.E.S.T)
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TIPS PARA HACER ORACION

Las cosas del Espíritu no nos llegan naturalmente, tal
como aprendemos nuestra lengua meterna. Hemos caído, y
las cosas de Dios nos resultan extrañas. Por supuesto, el
interés, la alegría y el gozo me ayudan a conocer, pero
junto con ellos necesitamos el impulso divino, la presión
de la disciplina firme pero amorosa, del Espíritu Santo.
Siempre que hagas oración invoca antes al Espíritu Santo.

(San Agustín. Confesiones