viernes, 22 de abril de 2011

Desde mi cruz hasta tu soledad



Desde mi cruz hasta tu soledad


Te escribo desde mi cruz a tu soledad,
a ti, que tantas veces me miraste sin verme
y me oíste sin escucharme.

A ti, que tantas veces prometiste
seguirme de cerca
y sin saber por qué te distanciaste
de las huellas que dejé en el mundo
para que no te perdieras.

A ti, que no siempre crees que estoy contigo,
que me buscas sin hallarme
y a veces pierdes la fe en encontrarme,
a ti, que a veces piensas que soy un recuerdo
y no comprendes que estoy vivo.

Yo soy el principio y el fin,
soy el camino para no desviarte,
la verdad para que no te equivoques
y la vida para no morir.

Mi tema preferido es el amor,
que fue mi razón para vivir y para morir.

Yo fui libre hasta el fin,
tuve un ideal claro
y lo defendí con mi sangre para salvarte.

Fui maestro y servidor,
soy sensible a la amistad
y hace tiempo que espero que me regales la tuya.

Nadie como yo conoce tu alma,
tus pensamientos, tu proceder,
y sé muy bien lo que vales.
Sé que quizás tu vida
te parezca pobre a los ojos del mundo,
pero Yo sé que tienes mucho para dar,
y estoy seguro que dentro de tu corazón
hay un tesoro escondido;
conócete a ti mismo
y me harás un lugar a mí.

Si supieras cuánto hace
que golpeo las puertas de tu corazón
y no recibo respuesta.

A veces también me duele que me ignores
y me condenes como Pilatos,
otras que me niegues como Pedro
y que otras tantas me traiciones como Judas.

Y hoy, te pido paciencia para tus padres,
amor para tu pareja,
responsabilidad para con tus hijos,
tolerancia para los ancianos,
comprensión para todos tus hermanos,
compasión para el que sufre,
servicio para todos.

Quisiera no volver a verte egoísta,
orgulloso, rebelde, disconforme, pesimista.

Desearía que tu vida fuera alegre,
siempre joven y cristiana.

Cada vez que flaquees, búscame y me encontrarás,
cada vez que te sientas cansado,
háblame, cuéntame.
Cada vez que creas que no sirves para nada
no te deprimas,
no te creas poca cosa,
no olvides que yo necesité de un asno
para entrar en Jerusalén
y necesito a tu pequeñez
para entrar en el alma de tu prójimo.

Cada vez que te sientas solo en el camino,
no olvides que estoy contigo.
No te canses de pedirme
que yo no me cansaré de darte,
no te canses de seguirme que yo
no me cansaré de acompañarte,
nunca te dejaré solo.

Aquí a tu lado me tienes,
estoy para ayudarte.


 De Gela Toca Mi Alma Señor


"SUPLICA DE UN CORAZON EGOISTA"


"SUPLICA DE UN CORAZON EGOISTA"

Señor nuestro corazòn està desubicado
porque lo hemos esclavizado al dinero, a la televisiòn,
a la ambiciòn, al egoísmo.

Nuestro corazòn ha perdido su centro y apoyo que eres
Tú Señor de la vida.

Padre nuestro, nos hemos convertido, de administradores,
en dueños egoìstas de las cosas que nos concedes tan
generosamente.

Nos hemos olvidado de compartir en la justicia y la caridad
lo que somos y tnemos con nuestros prójimos.

Señor, siempre inventamos pretextos para distribuir tus bienes:
No tenemos dinero para ayudar a los que carecen de todo y viven
en la miseria, no tenemos tiempo para acompañar a los desesperados
a los que viven en soledad, no visitamos o ayudamos a los enfermos,
porque nos deprimen, no nos acercamos a los que nunca han tenid
un amigo, porque no soportamos su caràcter.

Señor, somos indiferentes a las necesidades de nuestros prójimos
Señor, danos tu gracia y un corazón generoso, para compartir
oportunamente, nuestra persona, nuestro tiempo y nuestras cosas
con los necesitados.

Y de esta manera nos comuniques los bienes eternos. 
Amèn.

"SEÑOR, PON ORDEN EN MI INTERIOR ..." P. Carlo María Martini



"SEÑOR, PON ORDEN EN MI INTERIOR ..."

Señor,
muéstrame lo que en mí es desorden, confusión.
Purifica mi corazón,
ordena mis deseos,
rectifica mis intenciones,
para que yo te elija a tí sobre todo,
Bien supremo,
pra que vea todos los otros bienes
que me son necesarios a mí y a los demás,
por los que se necesita trabajar.

Señor, todas las cosas del mundo son hermosas,
pero en el orden del amor que Jesñus nos enseña,
que Tu Jesùs nuestro Mesías,
verdadero hombre, verdadero Dios,
nos enseñas con tu muerte y tu resurrecciòn.
Dame oh DIos, reconocer mi pecado
como lo reconoció David,

Haz que la Virgen María me obtenga
según lo sugiere San Ignacio
tres gracias:
tener conocimiento interior, profundo,
de mis pecados y detestarlos;
conocer el desorden que hay en mí
para que pueda ordenarme de nuevo
conocer le mundo para echar de mì
cuanto es vano.

Te pido Señor,
el conocimiento de las circunstancias de la vida,
de las cosas pequeñas
que son causa de grandes errores.
haz que yo no banalice
ni pase por alto las diferencias pequeñas.

Purifícame Dios mìo, con el hisopo
a fin de que yo sea puro;
lávanme y hazme más blanco que la nieve.
Devuélveme el sentido de la alegría
y hazme vivir en el amor.
Amén.

(P. Carlo María Martini )


" TE OFRECEMOS EL DIA DE HOY, SEÑOR..."


" TE OFRECEMOS EL DIA DE HOY, SEÑOR..."

Nos ponemos en tu presencia,
Dios bondadoso y Padre nuestro.

Te agradecemos que nos hayas dejado empezar
el presente día, pues despertamos una vez más
al conocimiento de nuestra propia existencia..
que tu amor nos concede y sostiene .

El saber que existimos es el don
más grande de tu bondad.
De que nos serviría existir ante tu presencia,
si no estuvieramos concientes de ello?

Además nuestra vida está profundamente unida a la tuya,
por el gran amor del cual nos has hecho participar.

De tu amor no podemos dudar,, es el nuestro hacia tí
el que falla con mucha frecuencia.

Te pedimos que des fuerza a la debilidad de nuestra mente
y enciendas el fuego de tu amor en nuestros corazones.
Amén.

(Padre Francisco Javier Salcido )