jueves, 3 de marzo de 2011

MARIA EN EL CORAZON DE LA TRINIDAD


MARIA EN EL CORAZON DE LA TRINIDAD!"

María, llena de gracia
y colmada por el Espíritu Santo,
has amado a Jesús,
como ninguna otra madre puede amar;
no con un amor que nace del vacío
y se apega al niño, controlando
y acaparando su libertad de hijo
para calmar su propio sufrimiento
y su angustia de madre.

Tú lo has amado con un amor
que nace de la plenitud,
dando tu vida en el amor.
Entre los santos de todas las épocas,
tú tienes un lugar muy especial
en el corazón de la Trinidad
y en el de la Iglesia.

"¡Todas las generaciones
te llamarán bienaventurada!"
El amor de Jesús por tí y tu amor
por el tienen su orígen en el corazón
de la Trinidad.

la unidad de tu a mor y el de Jesús
nace de la unidad de la Santísima Trinidad,
En el Espíritu Santo,
han sido una sola cosa,
como Jesús y el Padre son una sola cosa,
oh María,
introdúcenos también a nosotros
en el misterio de la relación entre el Padre
el Hijo y el Espíritu Santo.
Intercede por nosotros, para que también
nos sea dada aquella comunión de amor,
que tú viviste en la humildad
y en la sencillez de la fe.
Amén.



Si conociera el don de Dios - Hermana Glenda

 

Si conociera el don de Dios - Hermana Glenda 
"Si conocieras el amor que Dios te tiene,
si descubrieras lo que Él te quiere regalar..."

uh,uh,uh,uh (2)
Si conocieras como te amo
si conocieras como te amo,
dejarías de vivir, sin amor.
Si conocieras como te amo
si conocieras como te amo,
dejarías de medigar cualquier amor.
Si conocieras como te amo,
como te amo
serías más feliz.

uh,uh,uh,uh (2)
Si conocieras como te busco
si conocieras como te busco,
"Si conocieras el amor que Dios te tiene,
si descubrieras lo que Él te quiere regalar..."

uh,uh,uh,uh (2)
Si conocieras como te amo
si conocieras como te amo,
dejarías de vivir, sin amor.
Si conocieras como te amo
si conocieras como te amo,
dejarías de medigar cualquier amor.
Si conocieras como te amo,
como te amo
serías más feliz.

uh,uh,uh,uh (2)
Si conocieras como te busco
si conocieras como te busco,
dejarías que te alcanzara mi voz
Si conocieras como te busco
si conocieras como te busco
dejarías que te hablara el corazón
Si conocieras como te busco,
como te busco
escucharías más mi voz.

"Si conocieras como te sueño, me preguntarías lo
que espero de tí,
si conocieras como te sueño, buscarías lo
que he pensado para tí..."

Si conocieras como te sueño,
como te sueño,
pensarás más en mí
uh,uh,uh,uh...

dejarías que te alcanzara mi voz
Si conocieras como te busco
si conocieras como te busco
dejarías que te hablara el corazón
Si conocieras como te busco,
como te busco
escucharías más mi voz.

"Si conocieras como te sueño, me preguntarías lo
que espero de tí,
si conocieras como te sueño, buscarías lo
que he pensado para tí..."

Si conocieras como te sueño,
como te sueño,
pensarás más en mí
uh,uh,uh,uh...
 

MARIA EN EL CORAZON DE LA TRINIDAD


"¡MARIA EN EL CORAZON DE LA TRINIDAD!"

María, llena de gracia
y colmada por el Espíritu Santo,
has amado a Jesús,
como ninguna otra madre puede amar;
no con un amor que nace del vacío
y se apega al niño, controlando
y acaparando su libertad de hijo
para calmar su propio sufrimiento
y su angustia de madre.

Tú lo has amado con un amor
que nace de la plenitud,
dando tu vida en el amor.
Entre los santos de todas las épocas,
tú tienes un lugar muy especial
en el corazón de la Trinidad
y en el de la Iglesia.

"¡Todas las generaciones
te llamarán bienaventurada!"
El amor de Jesús por tí y tu amor
por el tienen su orígen en el corazón
de la Trinidad.

la unidad de tu a mor y el de Jesús
nace de la unidad de la Santísima Trinidad,
En el Espíritu Santo,
han sido una sola cosa,
como Jesús y el Padre son una sola cosa,
oh María,
introdúcenos también a nosotros
en el misterio de la relación entre el Padre
el Hijo y el Espíritu Santo.
Intercede por nosotros, para que también
nos sea dada aquella comunión de amor,
que tú viviste en la humildad
y en la sencillez de la fe.
Amén

(Escrita por Jean Vanier)

OH CORAZON DE MARIA

 


"¡OH CORAZON DE MARIA!"

¡Oh Corazón de María,
Madre de Dios y Madre nuestra!
¡Corazón amabilísimo,
objeto de las complacencias
de la adorable Trinidad,
y digno de la veneración y
ternura de los ángeles y de los hombres!
¡Corazón el más semejante al de Jesús,
cuya imagen más perfecta sois!

Corazón lleno de bondad
y en gran manera compasivo de nuestras miserias!
¡Ah! Hacednos sentir ahora,
¡oh Virgen piadosísima!,
la dulzura de vuestro corazón maternal
y la fuerza de vuestra intercesión
ante el de Jesús.

Intercede por nosotros Madre Santísima
para que nos unamos cada día más
al corazón de tu amado Hijo Jesucristo.

Amén.