sábado, 12 de marzo de 2011

" SEÑOR JESUS "



" SEÑOR JESUS "

Señor Jesús, que me conozca a mi
y que te conozca a Ti,
Que no desee otra cosa sino a Ti.
Que me odie a mí y te ame a Ti.
Y que todo lo haga siempre por Ti.
Que me humille y que te exalte a Ti.
Que no piense nada más que en Ti.
Que me mortifique, para vivir en Ti.
Y que acepte todo como venido de Ti.
Que renuncie a lo mío y te siga sólo a Ti.
Que siempre escoja seguirte a Ti.
Que huya de mí y me refugie en Ti.
Y que merezca ser protegido por Ti.
Que me tema a mí y tema ofenderte a Ti.
Que sea contado entre los elegidos por Ti.
Que desconfíe de mí
y ponga toda ini confianza en Ti.
Y que obedezca a otros por amor a Ti.
Que a nada dé importancia sino tan sólo a Ti.
Que quiera ser pobre por amor a Ti.
Mírame, para que sólo te ame a Ti.
Llámame, para que sólo te busque a Ti.
Y concédeme la gracia
de gozar para siempre de Ti.
Amén.
( San Agustín )

" GRACIAS MARIA, MADRE NUESTRA "



" GRACIAS MARIA, MADRE NUESTRA "

María:
Te doy gracias por estar a nuestro lado.
Eres don incondicional y servicio desinteresado.
No nos abandonas nunca y eres Madre educadora
que nos corriges y sostienes cuando nos
distanciamos del Creador.
Eres Auxiliadora en las pruebas y Mediadora
en nuestras necesidades.
Pero más que nada: eres Madre, que nos cuidas,
nos proteges y nos guías en el crecimiento del
espíritu y en el amor a los demás.
Nos dejaste el ejemplo: Hablaste poco y te
retiraste a un costado, pero con firme presencia.
Sufriente al pie de la cruz y maestra de la
perseverante oración.
Hoy te quiero regalar un nuevo título:
Nuestra Señora de la Mirada.
Tus ojos brillosos reflejan la ternura y
la emoción de tu corazón, vacío de sí pero
colmado en plenitud de un amor generoso,
dispuesta a escuchar y a interceder ante tu
Hijo querido.
Y ese especialísimo Don que Dios te regaló,
lo tienes en tu mirada, que trasunta la
limpieza de tu alma y la fidelidad a tu compromiso.
Mirada de ATENCION hacia nuestro sufrimiento y
nuestras infidelidades para transformarlas en
ofrecimiento silencioso.
Mirada atenta para que no nos desviemos del camino.
Mirada tierna y siempre despierta para hacernos
sentir hijos predilectos del Amor del Padre.
Mirada...que da fuerza y alegría para ir al encuentro
de quien dió su vida por nosotros.
Madre, te damos gracias por estar incondicionalmente
siempre a nuestro lado.
Amén.

" ME HAZ CONQUISTADO, SEÑOR"


" ME HAZ CONQUISTADO, SEÑOR"

Señor, Tú me has cautivado y no he podido resistirte.
Largo tiempo escapé, pero me perseguías, yo corría en
zigzags, pero Tú lo sabías. Me alcanzaste. Y yo me debatí.
¡Me venciste!

Y hoy heme aquí, Señor: he dicho <<sí>> cansado y sin
aliento, a pesar mío casi. Yo estaba allí, temblando,
como un vencido a merced del vencedor, cuando Tú pusiste
sobre mí tu mirada de Amor.

Ya está hecho, Señor, ya no podré olvidarte, en un instante
Tú me has conquistado, en un instante Tú me has cautivado,
has barrido mis dudas, mis temores volaron. Te reconocí
sin verte, te sentí sin tocarte, te comprendí sin oírte.
Ya estoy marcado con el fuego de tu amor, ya está hecho:
nunca podré olvidarte.

Ahora yo te sé presente junto a mí y trabajo en paz bajo
tu mirada de Amor, ya no he vuelto a saber lo que es tener
que hacer esfuerzos para orar: me basta con levantar los
ojos de mi alma hacia Tí para encontrar tus ojos y no hace
falta más: nos comprendemos, todo está claro, todo es paz.

Señor, sigues haciendo el vacío en torno a mí, pero ahora
de un modo muy distinto: es que Tú eres demasiado grande
y eclipsas todas las cosas. Todo cuanto yo amaba ahora me
parece bagatela, mis deseos humanos se funden como cera
bajo el fuego de tu Amor. ¡Qué me importan las cosas!
¡Qué me importa mi bienestar! ¡Qué me importa mi vida!
Ya no deseo más que a Tí. Tan sólo a Tí te quiero.

Los demás van diciendo <<Está loco>>. Pero son ellos,
Señor, los que lo son. Ellos no te conocen, ellos no saben
de Dios, ellos no saben que no se le puede resistir.
Pero a mi... a mí me ha cautivado, Señor y yo estoy
seguro de Tí. Tú estás aquí y yo salto de gozo, el sol
lo invade todo y mi vida resplandece como una joya, todo
es fácil, todo es luminoso, todo es puro, ¡todo canta!

Gracias, Señor, gracias.
Amén.
(Michel Quoist)

UNA SUPLICA DE MISERICORDIA




" UNA SUPLICA DE MISERICORDIA "

Querido Señor, tú eres el primero entre los justos,
llevaste una vida recta.
Gracias a tí, Tu Padre del Cielo mantiene
la existencia de este mundo y muestra una
gran misericordia hacia nosotros, pecadores,
¿Quién soy yo, Señor, para merecer tu amor,
protección y misericordia? ¿Quien soy yo para
merecer un lugar en tu corazón, en tu casa,
en tu reino? ¿ Quién soy yo para esperar tu
perdón, tu amistad, tu abrazo?

Aún así esto es lo que espero,
¡incluso cuento con ello!
No por mis propios méritos,
sino por tu infinita misericordia.
Por nosotros llevaste una vida agradable
a los ojos de Dios. Oh, Señor, tú eres el justo,
el bendito, el amable, el recto, el clemente.

Pido para que tú Padre, el Padre de todos,
Aquel que me creó y que me sostiene día tras día,
vea en mí tus señales y me reconozca gracias a TÍ,
Ayúdame a seguirte, a unir mi vida a la tuya
y a convertirme en espejo de tu amor.
Amén.
("Oraciones de la Abadía" de Henri J. Houwen)

TE NECESITO, SEÑOR


"¡ TE NECESITO, SEÑOR!"

¡ Te necesito,Señor!,
porque sin ti mi vida se seca.
Quiero encontrarte en la oración,
en tu presencia inconfundible,
durante esos momentos
en los que el silencio
se sitúa de frente a mí, ante ti.

¡Quiero buscarte, Señor!
Quiero encontrarte dando vida a la
naturaleza que tú has creado;
en la trasparencia del horizonte
lejano desde un cerro,
y en la profundidad de un bosque
que protege con sus hojas
los latidos escondidos
de todos sus inquilinos.

¡Necesito sentirte alrededor!
Quiero encontrarte
en tus sacramentos,
En el reencuentro con tu perdón,
en la escucha de tu palabra,
en el misterio de
tu cotidiana entrega radical.
¡Necesito sentirte dentro!
Quiero encontrarte en el rostro
de los hombres y mujeres,
en la convivencia con mis hermanos;
en la necesidad del pobre
y en el amor de mis amigos;
en la sonrisa de un niño
y en el ruido de la muchedumbre.

¡Tengo que verte!
Quiero encontrarte
en la pobreza de mi ser,
en las capacidades
que me has dado,
en los deseos y sentimientos
que fluyen en mí,
en mi trabajo y mi descanso
y, un día, en la debilidad de mi vida,
cuando me acerque a las puertas
del encuentro cara a cara contigo.
Amén.

OH MARIA


" OH MARIA "

Eres, oh María, señora de la historia,
porque en ti se cumplió "la plenitud de los tiempos".
Se inauguró contigo una nueva era
en la historia del hombre y Dios.

Nos llena de gozo saberte tan de ayer
y tan de hoy. ¡Tan de siempre!
Nunca envejecida, ni olvidada.
Siempre joven, como la gracia de Dios.

Te cantamos hoy,
como te cantaron ayer y te cantarán siempre
todas las generaciones:
¡Tú eres la flor más hermosa
y el fruto más preciado de la humanidad!

Eres la bendición pura de Dios
en el corazón del mundo y de la Iglesia.
Eres la bendita por excelencia y sin reservas,
sobre quien nunca recayera maldición ninguna.
Bendita, porque creíste y te fiaste de Dios,
porque a Él consagraste, por entero,
las fuerzas de tu alma y de tu cuerpo.

Cada vez que te llamamos bendita,
aprendemos de ti a encontrar
la música y la letra, el tono justo
de las bendiciones que debemos pronunciar
los unos sobre los otros.

Enséñanos a cantar tu Magníficat
bendiciendo a Dios por sus maravillas
sobre ti, sobre nosotros, sobre el mundo.
Amén.