"SEÑOR DAME FORTALEZA Y ALEGRIA"
Señor:
Dame fuerzas cuando me sienta débil, coraje para enfrentar las
adversidades, alegría para alegrar a aquellos que sólo saben llorar.
Que yo pueda hacer el bien a los que necesitan, sea con una palabra,
sea con un gesto, sea con una sonrisa.
Señor, alimenta mi alma con tu luz, hazme relucir entre las tinieblas.
De la falta de fe y de esperanza, líbrame,
Levántame, fortifícame, enséñame el camino de la verdad y la
comprensión.
Aliméntame de sabiduría para que pueda discernir lo que es correcto
de lo que no es, para que no incurra en errores y no lleve a otros a
hacer lo mismo.
Señor, Oye mi súplica, escucha mi corazón, toca ahora mi alma y
reanímala,
pues a veces me vence la tristeza.
Levántame a mí y a todos los que cayeron alguna vez, ayúdanos a no
tener miedo de volver a caer.
Visita a mi família, mi casa, mis amigos, mis enemigos, a aquellos
que todavía voy a conocer y aquellos que ya no veo.
Divide con ellos el pan de tu misericórdia y bondad, tócales el
corazón para que también sientan tu presencia y crean verdaderamente
en un mundo mejor.
Visita a todos aquellos que necesiten de tu presencia Para que
puedan iluminarse con tu belleza y amor.
Que sepan que fuera de ti, no hay nada Señor!!
Gracias, Señor
(Agradecemos a Lidya Fernández habernos enviado esta
hermosa oración la cual compartimos con ustedes)
Señor:
Dame fuerzas cuando me sienta débil, coraje para enfrentar las
adversidades, alegría para alegrar a aquellos que sólo saben llorar.
Que yo pueda hacer el bien a los que necesitan, sea con una palabra,
sea con un gesto, sea con una sonrisa.
Señor, alimenta mi alma con tu luz, hazme relucir entre las tinieblas.
De la falta de fe y de esperanza, líbrame,
Levántame, fortifícame, enséñame el camino de la verdad y la
comprensión.
Aliméntame de sabiduría para que pueda discernir lo que es correcto
de lo que no es, para que no incurra en errores y no lleve a otros a
hacer lo mismo.
Señor, Oye mi súplica, escucha mi corazón, toca ahora mi alma y
reanímala,
pues a veces me vence la tristeza.
Levántame a mí y a todos los que cayeron alguna vez, ayúdanos a no
tener miedo de volver a caer.
Visita a mi família, mi casa, mis amigos, mis enemigos, a aquellos
que todavía voy a conocer y aquellos que ya no veo.
Divide con ellos el pan de tu misericórdia y bondad, tócales el
corazón para que también sientan tu presencia y crean verdaderamente
en un mundo mejor.
Visita a todos aquellos que necesiten de tu presencia Para que
puedan iluminarse con tu belleza y amor.
Que sepan que fuera de ti, no hay nada Señor!!
Gracias, Señor
(Agradecemos a Lidya Fernández habernos enviado esta
hermosa oración la cual compartimos con ustedes)
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