"¡BUENOS DIAS, SEÑOR…!"
¡Buenos días, Señor!.
Un nuevo día que me regalas.
Gracias con toda la fuerza
de que soy capaz.
Gracias por este nuevo amanecer.
Gracias por este nuevo empezar.
Gracias por tu presencia que me
acompañará en toda la jornada.
Quiero comenzar este nuevo día
con entusiasmo, con alegría
re-estrenada, con ilusión nueva.
Me da seguridad el saber que
Tú estas a mi lado: en mi familia,
en mis amigos, en la gente
con la que me voy a encontrar,
en mi propia persona.
Te ofrezco mi trabajo de este día.
que mi esfuerzo sea fecundo,
sirva para la felicidad de los demás
y me ayude a encontrar mi propia paz.
que, con mi trabajo, mi día sea
un pedacito del mundo que busco y sueño.
Ayúdame a llenarlo de entrega y amor.
Señor, que hoy viva de tal manera
que cuantos se acerquen a mi descubran
tu presencia y tu ternura.
Buenos días, Señor.
por este nuevo día que me regalas.
Amén
________________________________________________
TIPS PARA HACER ORACION…
¿Cómo hablarles de Dios a los niños?
Todos los padres no tienen una vida guiada por la fe
que puedan transmitir a sus hijos. Y, sin embargo,
sienten la necesidad confusa de "darles una educación
cristiana". ¿Cómo ayudarles? ¿Cómo enseñarles a orar
desde chiquitos?
Las preguntas les llueven a los padres más jóvenes
cuando sus niños comienzan a decirles cosas como éstas:
«¿Pero donde está Dios, papi?», «¿Por qué no lo
veo?».
Y confiesan que no saben qué responder a sus hijos.
Los más pequeños asimilan por ósmosis, las vivencias
de los mayores (tanto de fe como de incredulidad).
A través de las realidades familiares en los primeros
años, y del ambiente que viva más tarde en la escuela,
irá despertándose en ellos la idea de Dios.
Son los «gestos» cotidianos los que conducen a los
niños a Dios: sentarse a la mesa preparará la Eucaristía;
el perdón a los hijos iniciará en el sacramento de la
Penitencia (o sacramento del gozo y de la amistad);
el diálogo que los mayores mantengan con ellos les abrirá a
la oración cristiana.
¿Cómo hablarles de Dios?
Desde el cultivo de los valores humanos como
plataforma necesaria sobre la que iniciaremos
en la fe a los pequeños.
- Enseñarles un Dios papá que los ama mucho
- Descubrir a los otros.
- Fomentar la confianza en ellos mismos.
- Formarles en el gusto por el esfuerzo y la superación.
- Estimularles para que sepan afrontar el riesgo.
- Despertarles la admiración por lo bello, lo gratuito...
- Desarrollar la capacidad de escucha, de reflexión,
de silencio...
- Gustar la amistad, el perdón, el compartir...
Y, sobre esta base en su educación humana, presentarles
a Dios desde su realidad, desde sus experiencias fundamentales.
Estas experiencias se fundamentan en:
El descubrimiento de la vida. La vida es el gran
regalo de Dios. El Señor es nuestro Creador.
El ha hecho todas las cosas para nosotros.
Su propio crecimiento. Dios nos da la fuerza para crecer.
Dios nos dice:
«Vive y crece». Dios es nuestro Padre.
El amor. Dios me ama y quiere que sea feliz. Yo puedo
amar a los demás y hacerles felices.
Una cosa hay que tener clara. Su hijo/a se dirigirá
un día a Dios como Padre, si ha tenido la experiencia
de la acogida, la ternura, el amor de un padre y una
madre que se quieren entre sí y quieren de verdad
a su hijo...
Padres, hay que pedir a Dios que nos ayude en esta tarea.
Y pedírselo diariamente en la oración.
Mª Rosa G-Alzorriz Cortina
¡Buenos días, Señor!.
Un nuevo día que me regalas.
Gracias con toda la fuerza
de que soy capaz.
Gracias por este nuevo amanecer.
Gracias por este nuevo empezar.
Gracias por tu presencia que me
acompañará en toda la jornada.
Quiero comenzar este nuevo día
con entusiasmo, con alegría
re-estrenada, con ilusión nueva.
Me da seguridad el saber que
Tú estas a mi lado: en mi familia,
en mis amigos, en la gente
con la que me voy a encontrar,
en mi propia persona.
Te ofrezco mi trabajo de este día.
que mi esfuerzo sea fecundo,
sirva para la felicidad de los demás
y me ayude a encontrar mi propia paz.
que, con mi trabajo, mi día sea
un pedacito del mundo que busco y sueño.
Ayúdame a llenarlo de entrega y amor.
Señor, que hoy viva de tal manera
que cuantos se acerquen a mi descubran
tu presencia y tu ternura.
Buenos días, Señor.
por este nuevo día que me regalas.
Amén
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TIPS PARA HACER ORACION…
¿Cómo hablarles de Dios a los niños?
Todos los padres no tienen una vida guiada por la fe
que puedan transmitir a sus hijos. Y, sin embargo,
sienten la necesidad confusa de "darles una educación
cristiana". ¿Cómo ayudarles? ¿Cómo enseñarles a orar
desde chiquitos?
Las preguntas les llueven a los padres más jóvenes
cuando sus niños comienzan a decirles cosas como éstas:
«¿Pero donde está Dios, papi?», «¿Por qué no lo
veo?».
Y confiesan que no saben qué responder a sus hijos.
Los más pequeños asimilan por ósmosis, las vivencias
de los mayores (tanto de fe como de incredulidad).
A través de las realidades familiares en los primeros
años, y del ambiente que viva más tarde en la escuela,
irá despertándose en ellos la idea de Dios.
Son los «gestos» cotidianos los que conducen a los
niños a Dios: sentarse a la mesa preparará la Eucaristía;
el perdón a los hijos iniciará en el sacramento de la
Penitencia (o sacramento del gozo y de la amistad);
el diálogo que los mayores mantengan con ellos les abrirá a
la oración cristiana.
¿Cómo hablarles de Dios?
Desde el cultivo de los valores humanos como
plataforma necesaria sobre la que iniciaremos
en la fe a los pequeños.
- Enseñarles un Dios papá que los ama mucho
- Descubrir a los otros.
- Fomentar la confianza en ellos mismos.
- Formarles en el gusto por el esfuerzo y la superación.
- Estimularles para que sepan afrontar el riesgo.
- Despertarles la admiración por lo bello, lo gratuito...
- Desarrollar la capacidad de escucha, de reflexión,
de silencio...
- Gustar la amistad, el perdón, el compartir...
Y, sobre esta base en su educación humana, presentarles
a Dios desde su realidad, desde sus experiencias fundamentales.
Estas experiencias se fundamentan en:
El descubrimiento de la vida. La vida es el gran
regalo de Dios. El Señor es nuestro Creador.
El ha hecho todas las cosas para nosotros.
Su propio crecimiento. Dios nos da la fuerza para crecer.
Dios nos dice:
«Vive y crece». Dios es nuestro Padre.
El amor. Dios me ama y quiere que sea feliz. Yo puedo
amar a los demás y hacerles felices.
Una cosa hay que tener clara. Su hijo/a se dirigirá
un día a Dios como Padre, si ha tenido la experiencia
de la acogida, la ternura, el amor de un padre y una
madre que se quieren entre sí y quieren de verdad
a su hijo...
Padres, hay que pedir a Dios que nos ayude en esta tarea.
Y pedírselo diariamente en la oración.
Mª Rosa G-Alzorriz Cortina
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