" HAZ LENTO MI
PASO, SEÑOR... "
Haz lento mi paso, Señor...
Alivia el latido de mi corazón mediante la quietud de mi mente.
Dame en medio de la confusión de mi día, la calma de los cerros
eternos.
Atenúa la tensión de mis nervios y músculos, con la música
suavizadora de las corrientes cantarinas que viven en mi memoria.
Ayúdame a conocer el poder restaurador del sueño y tu presencia.
Enséñame el arte de tomar vacaciones de un minuto, detenerme para
mirar una flor, conversar con un amigo, acariciar un gato, leer unas
pocas líneas de un buen libro.
Recuérdame cada día la fábula de la liebre y la tortuga para que
pueda saber que la carrera no siempre la gana el más veloz, para
tener presente que la vida es más que aumentar la velocidad.
Haz que mire hacia arriba a las ramas del impotente roble y que sepa
que creció grande y fuerte, porque creció lentamente y bien, guiado
por tu tiempo y dirección.
Haz lento mi paso... e inspírame para que envíe mis raíces
profundamente en el suelo de los valores perdurables de la vida para
que pueda crecer hacia la felicidad en la tierra, preámbulo de la que
tendré en el cielo.
En este mundo agitado, recordemos quien es la paz en medio de la
tormenta y la quietud en medio del bullicio.
Amen
Haz lento mi paso, Señor...
Alivia el latido de mi corazón mediante la quietud de mi mente.
Dame en medio de la confusión de mi día, la calma de los cerros
eternos.
Atenúa la tensión de mis nervios y músculos, con la música
suavizadora de las corrientes cantarinas que viven en mi memoria.
Ayúdame a conocer el poder restaurador del sueño y tu presencia.
Enséñame el arte de tomar vacaciones de un minuto, detenerme para
mirar una flor, conversar con un amigo, acariciar un gato, leer unas
pocas líneas de un buen libro.
Recuérdame cada día la fábula de la liebre y la tortuga para que
pueda saber que la carrera no siempre la gana el más veloz, para
tener presente que la vida es más que aumentar la velocidad.
Haz que mire hacia arriba a las ramas del impotente roble y que sepa
que creció grande y fuerte, porque creció lentamente y bien, guiado
por tu tiempo y dirección.
Haz lento mi paso... e inspírame para que envíe mis raíces
profundamente en el suelo de los valores perdurables de la vida para
que pueda crecer hacia la felicidad en la tierra, preámbulo de la que
tendré en el cielo.
En este mundo agitado, recordemos quien es la paz en medio de la
tormenta y la quietud en medio del bullicio.
Amen
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar esta página.